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El bloqueo de Estados Unidos contra las empresas venezolanas, principalmente PDVSA ya causa consecuencias en la economía brasileña, ya que pese a contar con una capacidad de refinación muy alta y atender gran parte de su mercado, Brasil queda preso de los precios mundiales del petróleo. En 2018, una huelga de camioneros contra el aumento en los precios del diesel, puso en la cornisa al gobierno de Michel Temer y ocasionó la renuncia del expresidente de Petrobras, Pedro Parente. Hoy Jair Bolsonaro corre el mismo riesgo.
Acerca del bloqueo, y las llamadas sanciones o actos punitivos, EE.UU. no busca la democracia en Venezuela. Bloquea y asedia a este país para producir su colapso y emprender una re colonización, al estilo español de hace más de 2 siglos. De esto se desprende además que no solo es Venezuela quien sería colonizado en caso de una invasión militar, sino que cualquier país latinoamericano. Esto ya se fundamentó con la adhesión de la llamada doctrina Monroe en EE.UU. qué deja por sentado que «América es para los americanos». O mejor dicho para los ‘EE.UU. de Norteamérica’.
Definición de la Doctrina Monroe.
Tomado de ABC.
La conocida como doctrina Monroe (Monroe doctrine en inglés) debe su denominación al presidente de los Estados Unidos James Monroe y se dio a conocer durante su mandato en 1823. La idea fundamental de dicha doctrina se puede resumir en una frase histórica y que se ha hecho célebre: «America para los americanos». La finalidad de esta afirmación pretendía trasmitir un anhelo por parte del presidente de los Estados Unidos: que el continente americano no estuviera sometido al colonialismo europeo sino que todos los países del continente tuvieran plena independencia. Sin embargo, esta pretensión ocultaba la intención de los EEUU de influir decisivamente en el destino de las naciones americanas y, por lo tanto, el verdadero espíritu de la doctrina Monroe era legitimar la influencia de Estados Unidos en todo el continente.
Desde el criterio de la doctrina Monroe Estados Unidos tiene la legitimidad política para ocupar los territorios de los otros pueblos. Esta legitimación está amparada en la creencia de que los estadounidenses tienen el deber moral de velar por los designios de Dios, que eligió a Estados Unidos como nación para impulsar los principios de libertad y autogobierno. En consecuencia, la idea de que Estados Unidos tiene una misión encomendada por Dios desembocó en el concepto de «Destino manifiesto» que, posteriormente, se acabó plasmando en la doctrina Monroe.
El origen de la doctrina Monroe
En 1823 la mayoría de naciones americanas habían conquistado su independencia de España pero existía el temor de que otras naciones europeas intentaran someterlas nuevamente. De esta manera, la propuesta del presidente Monroe suponía inicialmente un freno al colonialismo europeo. Estados Unidos comenzaba a presentarse como una gran potencia mundial y la doctrina Monroe sirvió como coartada para poner en marcha una política de expansionismo. Así, en 1823 el gobierno mexicano abrió la frontera de Texas para permitir la entrada de colonos estadounidenses y, como consecuencia de ello, veinticinco años después México perdió Texas, Nuevo México, Utah, parte de Nevada, parte de Colorado y California en beneficio de Estados Unidos que, de esta forma, concretaba las auténticas intenciones de la doctrina Monroe.
El expansionismo de Estados Unidos
Con la ocupación de una gran parte del territorio mexicano, Estados Unidos no hizo más que iniciar una etapa de expansionismo por toda América, con base en la doctrina Monroe y su idea celestial del ‘Destino Manifiesto’. Esta ideología podría resumirse en la frase: «Por la Autoridad Divina o de Dios». EE.UU. se comporta entonces como dueño y regente de todo el continente, Norte, Centro y Sudamericano.
Vea nuestros artículos anteriores sobre lo que pasa en Venezuela.