El escandaloso ataque aéreo a Libia podría repetirse; según el secretario general de la OTAN Jens Stoltenberg

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Autor: Pål Steigan – 15 de septiembre de 2018. Traducción y comentarios: Claudio Milton

El secretario general de la OTAN y ex ministro de estado noruego Jens Stoltenberg, expresa en el canal estatal NRK que es claro que lo haría de nuevo.
La comisión de evaluación de los hechos denominado Petersen, (anterior congresista de derecha Jan Petersen, red.), En su informe en noruego, ha tratado de eximir a los políticos noruegos de los crímenes de guerra del que fueron cómplices atacando a Libia en 2011. La comisión disculpa a los políticos noruegos de que sabían poco o nada y que dependían de la información de los medios de comunicación y sus aliados. (Es decir USA y UE, red.) (pág. 78 del informe). La Comisión reconoce que los medios de comunicación promocionaron noticias acerca de un supuesto genocidio inminente y escribe:

«Al Jazeera, Reuters, CNN y la BBC informó sobre ataques aéreos contra la población civil a principios de marzo, que en retrospectiva ha demostrado ser difíciles de verificar. En los informes y análisis, se ha argumentado que los servicios de inteligencia occidentales no podían dar fe de las opiniones cuando los rumores comenzaron a girar alrededor de un genocidio inminente en Benghazi en marzo de 2011. Es por lo tanto mucho que indica que las advertencias de, entre otros, los grupos de la oposición libia en el exilio, algunos actores regionales y activistas de derechos humanos fueron aceptadas sin ningún escrutinio crítico, y que pueden haber contribuido a agigantar los rumores en los medios internacionales». (pág. 67-68)

La Comisión está consciente de que se tomaron decisiones de ir a la guerra de forma equivocada, pero cree que los políticos noruegos deben ser absueltos porque no sabían mejor. El Comité también está consciente de que la guerra llevó a Libia a la destrucción como estado y que los yihadistas tomaron el control de algunas zonas, aunque son muy escasos con la verdad acerca de las consecuencias más terribles de la guerra y los bombardeos aéreos que a la vez sirvieron de apoyo a los terroristas.

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El puerto de Sirte antes y después de la «liberación» de la OTAN

La Comisión admite que los aviones F-16 noruegos bombardearon el cuartel general de Muammar al-Gaddafi en Trípoli y que aviones de la OTAN bombardearon la residencia presidencial, donde varios miembros de su familia fueron asesinados (pág. 104-105). Esto ocurrió en un momento en que Jens Stoltenberg siendo ministro de estado y Jonas Støre
-hoy líder del partido laborista- aseguraron al pueblo noruego de que derrocar a Gaddafi no era el objetivo de la guerra.

El escritor noruego Ola Tunander en su libro ‘La guerra contra Libia’, dice lo siguiente: (resumen, red. El libro está en noruego)
«La guerra de Libia se ha convertido en un desastre humanitario. El autor revela los métodos deshonestos utilizados para influir la opinión mundial y exigir una ‘intervención humanitaria’ en Libia en 2011. Dibuja una imagen de una operación en la que varios actores colaboran en un objetivo común: tomar el poder del líder de Libia, Muammar al-Gaddafi.
En febrero y marzo de 2011, los medios de comunicación informaron que Gaddafi estaba asesinando a civiles y que había lanzado un genocidio. Se argumentó que aviones de la fuerza aérea de Gaddafi bombardeaban a su propia gente y que se utilizaba soldados  contratados a quienes se les había otorgado toda la autoridad para robar y matar civiles. Hoy sabemos que todo esto era una mentira. En este libro se pregunta cómo los medios de comunicación y los políticos pudieron tomar decisiones tan fuera de la realidad».

«- La operación de la OTAN en Libia llevó a un desastre total, escribe. Hoy, numerosas milicias se guerrean entre sí, y las armas del ejército de Gaddafi han encontrado su camino a militantes islamistas en gran parte del norte de África y Oriente Medio, y Libia se ha convertido en un centro de comercio de esclavos».

Estos son hechos innegables, pero la Comisión Petersen concluye que los políticos noruegos estaban tan mal informados de que así y todo pueden ser dispensados.

Stoltenberg no se arrepiente de nada
Sin embargo, el principal culpable del ataque contra Libia perpetrado por Noruega, el hombre que impulsó la acción como ministro de estado y violó la constitución y otras leyes noruegas, no reconoce nada.

La televisión estatal noruega (NRK) entrevistó a Stoltenberg el 14 de septiembre, y él dijo ‘que no se arrepiente de nada’. Es típico en las noticias de ese canal que él no recibió ninguna pregunta adicional, y él tampoco fue afrontado por las consecuencias del bombardeo de la OTAN y de Noruega, donde se destruyó al país que mejor funcionaba y prosperaba en África. Pero él lo sabe, y dice que haría lo mismo otra vez. Expresándose igual que un delincuente habitual, o como el terrorista neo nazi noruego Andres Breivik dijo después de asesinar a sangre fría a 77 noruegos en un doble ataque terrorista en Oslo el 22.7.2011: «no me arrepiento de nada….»

Y lo peor: Stoltenberg es el jefe de la OTAN y cuando dice que él bombardeó Libia sobre la base de informes erróneos, nos dice que piensa hacer lo mismo a otros países en el futuro. Este hombre -alto político noruego- es potencialmente muy peligroso.

 

Lea también nuestros artículos anteriores:

«Libia en ruinas y sin ley se ha convertido en un mercado de esclavos»

«Los correos email de Hillary revelan el verdadero motivo de atacar Libia»

La historia de Libia» (Wikipedia)

EE. UU. tenía planes de «aniquilar a la Unión Soviética y a China como sociedades viables»

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Publicado: 5 de setiembre de 2018 por noruego.today
Autor: Publicado en noruego por steigan.no – Trad. a español.: Claudio Milton – Algunos enlaces en inglés u otros idiomas.

Los líderes políticos y militares de los EE. UU. tenían planes de guerra para eliminar a todas las ciudades importantes de la Unión Soviética y China, así como a sus aliados.
Se ha publicado recientemente documentos del periodo de Lyndon B. Johnson como presidente de Estados Unidos que muestra que la dirección política y militar en Washington tenía planes en caso de guerra con la Unión Soviética y China tan a fondo para crear una ecatombe nuclear que los iba a «dejar aniquilados como sociedad». Así se desprende de lo que se llama el ‘Plan Operativo Integrado Individual (SIOP) del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos’ y dirigido a los comandantes de todas las fuerzas militares del país. Estos planes son publicados por el Archivo de Seguridad Nacional y se presentan aquí. (En inglés)

Los planes, que hasta ahora habían sido sellados como Top Secret, se resumen en un documento llamado Memorandum by C.V. Clifton, «Lista de cosas que tienen que hacerse como consecuencia de la Junta de Jefes del Personal reunidos con el Presidente el 4 de marzo de 1964». Fechado el 23 de marzo de 1964, Top Secret.

Esta reunión conjunta discutió el 23 de marzo de 1964 un plan que consistía en que los Estados Unidos en caso de guerra bombardearía la Unión Soviética y China tan a fondo que iban a «dejar de ser una sociedad funcional» y que la Unión Soviética «dejaría de ser una potencia industrial». Los jefes militares discutieron el problema de golpear a China a fondo, ya que el país en ese momento era una comunidad rural con la mayoría de la población viviendo en el campo. Sin embargo, estimaron que sería posible aniquilar al 30 por ciento de la población de China, y en ese momento serían unos 212 millones de personas (página 9 del documento).

En un escenario, los militares estadounidenses asumieron una situación de represalia, si el bloque chino-soviético hubiese atacado a los Estados Unidos con armas nucleares. En esos dias ni China ni la Unión Soviética tenían una estrategia para un ataque de primera clase contra los Estados Unidos, algo que los militares sabían. Otro escenario era que Estados Unidos debería activar un «ataque preventivo» contra los soviéticos, China y sus aliados. Esto según el general Andrew J. Goodpaster, director del Estado Mayor conjunto en ese momento, significaba todos los aliados de la Unión Soviética y China, excepto Yugoslavia.

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El mapa muestra el objetivo del bombardeo planeado por el Estado Mayor de EE. UU. en una versión de 1956.

En el SIOP, se destacó que sería importante erradicar una parte sustancial de la población civil, lo que se estableció como punto de referencia para el éxito de la operación, es decir «la pérdida de población como criterio principal de eficacia en la destrucción de la sociedad enemiga».

En el SIOP 64 expresaron los patrocinantes que sería importante destruir el 70 por ciento de la industria soviética para lograr que dejen de ser una sociedad funcional, o en sus propias palabras: «la destrucción de la URSS como una sociedad viable».

Para acabar con China como sociedad funcional creían estos altos militares que sería necesario destruir las 50 ciudades más grandes y el 70 por ciento de la industria, es decir: «destruyendo el nivel de la población urbana y la capacidad industrial de China ya no será ésta una nación viable».

Cuando vemos en el mapa los objetivos de la bomba, nos damos cuenta de que un ‘alfombrado’ de bombas nucleares también habría destruido en gran medida los países vecinos, incluida Europa Occidental.

Estas no eran ideas abstractas o ideas de extremistas aislados. Estos planes fueron configurados por los altos jefes militares estadounidenses y ordenados por el Presidente de la Nación. Esto era lo que los líderes del llamado «Mundo Libre» tenían planeado hacer en caso de guerra, ya sea como represalia o como ataques de primera clase. Había planes para una extinción masiva de personas que pondrían los crímenes de Adolf Hitler completamente a la sombra. ¡Lea y piense!

 

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Lea también:

Daniel Ellsberg en «Doomsday Machine» (Trad.: ‘La máquina del juicio final’ y la amenaza de un conflicto nuclear