Tomado del artículo dePhilip Giraldi publicado en el American Herald Tribune el 13.8.18: La crisis entre Estados Unidos y Turquía revela hoy a la OTAN fundada en 1949, como algo irrelevante.
Gran cantidad de informes en los medios de comunicación de los Estados Unidos hablan sobre el empeoramiento de relaciones entre Washington y Ankara y lo que puede significar. No se ha visto tal conflicto entre los miembros de la OTAN desde que Francia abandonó la alianza en 1966. Los observadores señalaron que la hostilidad por ambos lados sugiere que las cosas pueden ir de mal en peor. Ninguna de las partes parece querer moderar su actual posición, mientras que las conversaciones diplomáticas han sido mediocres y no tienen la intención de mejorar.
Este artículo de Philip Geraldi fue traducido al noruego y publicado por el noticiero en línea ‘Midt i fleisen’ y steigan.no. Giraldi es un ex oficial militar de la CIA e inteligencia militar donde estaba trabajando en la lucha contra el terrorismo.
La causa inmediata del ‘encontrón’ es al parecer la exigencia del presidente Donald Trump que un pastor protestante estadounidense que ha vivido en Turquía durante veinticinco años sea liberado de la cárcel. Andrew Brunson fue detenido hace 21 meses y acusado de ser un seguidor de la supuesta conspiración detrás del golpe militar de 2016, que intentó matar o reemplazar al presidente Recep Tayyip Erdogan.
Clérigo Andrew Bronson
Erdogan ha afirmado que el golpe fue dirigido por su ex copartidario de política
Fetullah Gülen, que vive en exilio en los Estados Unidos, pero ha presentado pocas pruebas creíbles para fundamentar esta acusación. Después del intento de golpe, Erdogan se ha otorgado poderes especiales extraordinarios para mantener el orden público. Turquía ha arrestado a 160.000 personas, incluyendo 20 estadounidenses. Más de 170.000 servidores públicos, maestros y personal militar han perdido sus trabajos. Los tribunales se ven obstaculizados en su trabajo y los oficiales de alto rango son reemplazados por personas leales a Erdogan.
Presidente de Aministía International y varios abogados arrestados en junio 2017
por simpatizar con Fetullah Gülen
Gülen es un líder religioso que afirma promover un tipo moderado de Islam que sea compatible con los valores occidentales. Su base de poder es un gran número de escuelas privadas que enseñan siguiendo su plan de estudios, con un énfasis particular en matemáticas y ciencias. Muchos de los graduados forman luego parte de una asociación informal que a veces se ha descrito como un culto. Gülen también posee varios medios informativos, todos los cuales ahora están cerrados por Erdogan como parte de su opresión a la prensa. Turquía encarcela a más periodistas que ningún otro país en la actualidad.
Fetullah Gülen exiliado en EE.UU
La opinión generalizada es que Erdogan ha ofrecido liberar al pastor Brunson a cambio de Gülen, pero el presidente Donald Trump sólo le ha ofrecido un banquero turco encarcelado en EE.UU. Al mismo tiempo, aumenta la presión, creyendo que forzará a Turquía a darse por vencida. Washington comenzó la batalla económica introduciendo sanciones a dos miembros del gobierno de Erdogan: el ministro del Interior Suleyman Soylu y el ministro de Justicia Abdulhamit Gul. Además Ankara tiene ahora que sufrir la ira de Trump expresada por tweets y se han introducido aranceles punitivos sobre una amplia gama de productos turcos, incluyendo el acero y el aluminio.
La creencia de que la presión económica obligará a los turcos a ceder puede ser una evaluación errada. Este proceder demuestra que la administración de los Estados Unidos no incluye a nadie que sabe que el país ha sido impopular en Turquía desde la Guerra del Golfo. Las amenazas de Washington pueden llevar a que muchos más ciudadanos se agrupen alrededor de Erdogan. Pero las sanciones de Estados Unidos ya han afectado a la economía turca duramente. La lira ha perdido el 40% de su valor este año y sigue disminuyendo rápidamente. Los inversores extranjeros, que eran el motor detrás de gran parte del crecimiento económico de Turquía, han abandonado el mercado, lo que sugiere que un colapso del mercado de hipotecas puede estar en camino. Los bancos europeos que poseen deudas turcas temen una posible quiebra e insolvencia.
Lo que vemos es que un miembro de la OTAN ataca la economía de otro miembro de la OTAN por sus desacuerdos políticos. Erdogan ha respondido a su manera autocrática, condenando «las tasas de interés» y proclama una «guerra económica» contra Estados Unidos. Les dijo a sus seguidores que deberían comprar lira con todos sus objetos de valor, oro y moneda extranjera, lo que es una receta segura para el desastre. Si lo hacen, probablemente lo perderán todo.
También hay otros temas controvertidos que perjudican gravemente la relación bilateral. Los países no están de acuerdo acerca de qué hacer con Siria, donde los turcos tienen un interés legítimo, debido al potencial de terrorismo kurdo y quiere una zona de amortiguamiento. Ankara además está interesada en comprar misiles rusos de defensa aérea, lo que ha llevado a los Estados Unidos a suspenderles la venta del nuevo avión de combate F-35. Los turcos también han expresado que no tienen ningún interés en aplicar las sanciones contra Irán que se introdujeron de nuevo la semana pasada, y seguirán comprando petróleo iraní después del 4 de noviembre, a pesar de la prohibición estadounidense de operaciones de este tipo. La administración Trump ha advertido que castigarán a cualquier país que se niegue a cumplir con las sanciones. Así entonces se armó el escenario para una fornida confrontación entre Washington y Ankara, y que de pronto involucró al banco central turco.
Turquía es el país con el segundo ejército más grande de la OTAN, tiene un valor estratégico porque es un país musulmán. Por lo tanto, hay un contrapeso a los argumentos de que la alianza es una especie de club cristiano que trabaja para suprimir el Islam en el Medio Oriente. Y Turquía también es importante debido a su ubicación geográfica, cerca de los escenarios de guerra donde el ejército estadounidense está actualmente actuando. Si los EE.UU. sigue las ideas de Trump de reducir la participación militar en la región, Turquía será menos valiosa, pero en la actualidad el acceso a la base aérea de Incirlik, cerca de Adana y la frontera con Siria, es esencial.
De hecho, Incirlik se ha convertido en la nuez del pleito con Washington. El año pasado, un grupo de abogados relacionados políticamente con Erdogan, pusieron una demanda contra funcionarios estadounidenses en Incirlik. Los cargos consisten en presuntas conexiones con «terroristas» asociados con Gulen que vive exiliado en EE.UU. La sociedad ‘Por la Justicia Social y la Asistencia’ (trad.) ha pedido una pausa temporal en todas las operaciones de la base para buscar evidencias. Los abogados afirman que siete militares de alto rango estadounidenses deben ser arrestados. También se menciona al general Joseph Votel, jefe de la sede central de los Estados Unidos para Oriente Medio, y también se nombra el Comando Central de los EE. UU. con base en Alemania. Si los abogados tienen éxito en la corte significará un conflicto muy pesado, en el que Washington argumentará que los agentes tienen inmunidad conforme a su estatuto de pertenecer a sus fuerzas armadas, mientras que Turquía, sin duda, insistirá en que los americanos son unos criminales y no tienen excepción de la justicia.
Otra pista de Erdogan es aún más aterradora cuando se trata de qué demonios se van a soltar. Abdurrahman Dilipak, columnista islamista del periódico progubernamental Yeni Atik, ha sugerido que puede haber un ataque terrorista similar al 9/11 en los Estados Unidos. Dilipak sugirió que si Trump no hace nada para reducir la tensión «(…) alguien le enseñará a hacerlo. Pues si las tensiones internas con Estados Unidos continúan empeorándose, es un 11ª de septiembre una posibilidad latente». Dilipak también anunció que si los simpatizantes de Gulen y sus «colaboradores americanos» en Turquía serían castigados severamente si se atrevían a salir a las calles para protestar en apoyo de Washington. Leer más.
Si la situación en Turquía se deteriora aún más, bien podría ser una señal de que el la idea de Donald Trump de alejarse de Oriente Medio es la decisión correcta. Por otro lado, un deterioro también puede ser considerado -por Turquía- como un rechazo de las tácticas que se están utilizando en su contra y en general, es decir, fuertes sanciones y altos aranceles aduaneros para obligar a los gobiernos que no están dispuestos a obedecer el liderazgo de Washington. En cualquier caso, la relación turco-estadounidense está en dificultades y es cada vez más una desventaja para ambas partes. Por otro lado es una indicación que la Alianza de la OTAN, creada en 1949 contra la Unión Soviética, hoy es en gran medida irrelevante.
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